LO QUE NO SE LLEVAN LOS LADRONES, SE ENCUENTRA POR LOS RINCONES...

 ¡¡¡Grrrrrrrrrrrr!!! Me estoy meando, estoy de un no sé qué, de no poder dormir... y es que el verano tiene esas cosas; y menos mal que los mosquitos a los no vivos no nos atacan -(ya tenemos bastante con lo que arrastramos)-. Voy a soltar mi agüita amarilla, mil disculpas...

¿He tardado mucho?; bueno... que bien sienta vaciar la vejiga cuando esta parece que te va a estallar de un momento a otro -(casi tanto como cuando te comes el cerebro de un culto con la mente limpia y equilibrada)-, mmmmmmmm, salivo tan solo pensarlo. En fin; lo que queria contaros en el día de hoy es que me encanta el verano -(se puede disfrutar muchisimo en sus dias largos y llenos de luz)-, pero no soporto los calores bochornosos de la canícula; me hace sentir un poco mas muerto, con menos energias. Pero hoy estoy un poco menos vivo... llevaba siglos volviendome loco buscando unos libros y unos álbumes de cromos que compre en mi etapa de vivo. Unos libros y álbunes que me recordaban a la niñez ya lejana y que no encontraba en ningun rincón de mi ordenada cueva. Y justamente esta noche, en uno de los momentos en los que he podido disfrutar de un rato de somnolencia, he vislumbrado entre sueños donde los guarde. Lo primero que he hecho al levantarme ha sido buscar allí y... ¡¡¡efectivamente!!!; jaque mate, por fin los encontré. Y eso ha hecho que me sienta un poco más vivo, un poco más yo... un poco menos radioactivo, jjjjjjjjj.

Esto quería compartir cos tod@s vosotr@s en estos momentoe en los que el aire quema y me quita las energías -(grrrrrrrrr)-, pero con una inmensa e infinita alegria que quiero compartir por mi hallazgo.

¡¡Hasta otra!!...

INSOMNIO...

 

Simplemente un día más, mejor dicho… otra madrugada de insomnio, son las 3:42 h, y ya me desperté ¡¡¡gruuuuuuuuuuuuuuuuu!!! Lo malo es la sensación de sueño y no poder conciliarlo de nuevo y abrazarme a los brazos del tal Morfeo y levantar el techo de la habitación de los gruñidos que nacen del dormir profundo y placido.

Va pasando el tiempo, matándolo con la radio flojita de fondo (no cambia el formato a estas horas, las mismas canciones que durante todo el día), intentando hacer pasar el tiempo de la mejor manera ya que el cansancio en los ojos no vuelve (mañana/hoy será un día duro). Son las 4:45 h… ¡¡gruuuuuuuuu!! Ya no tengo fuerzas ni para el siguiente rugido. Se ha levantado mi pareja humano y me pregunta: ¿¿Qué haces??, ¡que envidia! (a él le cuesta segundos volver a conciliar el sueño, se queda frito en un abrir y cerrar los ojos), ya lo se guapo que es demasiado pronto, pero no te das cuenta que estas conviviendo con un zombie ya no adolescente y los no vivos tenemos estas cosas. Intentare apagar las luces y acostarme en el sofá, a ver si tenemos la bendita suerte y Morfeo viene a hacerme compañía y me abraza y no me suelta hasta eso de las 8:00 horas de la mañana. Son las 4:55 h. y voy a intentar reanudarlo… deséame suerte.

Se ha portado bien el Dios del sueño y me apretujo (tardo 10 o 12 canciones) y con él vino mi Koret y durmió bien enrolladita a mí, en mis brazos. Son las 8:40 h. de la mañana y suena una canción de los elefantes en la radio que me gusta mucho y espero que como dice la letra, deseo que las noches de insomnio se queden en el olvido…

Me levanto ya.

QUE TIEMPOS AQUELLOS...

 

Y al tercer día resucito… y volvió de entre los muertos y desde ese domingo hasta el presente se celebra el domingo de resurrección de nuestro Señor (el primero de todos nosotros). ¡¡Gruuuuuuuuuuuuuuu!! Lo bueno es que a él no lo hemos vuelto a ver entre la muchedumbre, se fue a la diestra de su padre y nos dejo con todo este “guirigall” de mundo que; en lugar de ir a mejor, ha ido de capa caída y todos aquí se lavan las manos cuales Poncios Pilatos de tres al cuarto. Y aquí me tenéis a mi… entre las cuatro paredes de mi choza, escribiendo con todo mi respeto estas cuatro letras, contando lo que dicen que paso hace la de Dios. Y esperando esta tarde, recordar lo que hacia de niño por estos lares del mundo en el que me ha tocado andar y en algunos momentos arrastrarme hasta poder levantarme de nuevo. Pero nadie me quitara la complacencia de resucitar de mis miserias y volver (aunque descalabrado) al mundo de los vivos. Pues como te comentaba, esta tarde “regolare la mona” en casa, con mi longaniza de Pascua y el chocolate. Me quedare con las ganas de salir de excursión como hacíamos antaño, a recorrer los sitios de costumbre, como mandan las tradiciones de cada lugar. ¡Gruuuuuuu!, en mi pueblo era subir al “Castellet” donde se encontraba la “uela Pinta” (una bruja que vive en una cueva a los pies del “Castellet”, y que se llevaba a los niños que no querían comerse lo que sus padres les daban de comer, los ponia a hervir en una olla y se los comia).



De allí pasábamos a la “Font de Poveda” y bebíamos para refrescar de sus aguas (por aquellos tiempos el agua todavía se podía tomar de aquellas fuentes o al menos, ninguno morimos por ello). Los juegos por medio de la montaña, aquellas risas, bromas, carreras, esas excursiones que nos daban libertad, de sentirnos un poco adultos al ir solos por nuestro pequeño mundo. Por la tarde llegaba el momento de tomar “la mona”, comer la lechuga con sal y romper el huevo en la cabeza de tu colega con la cancioncilla de: “aci en pica, aci en cou…” y en medio de la frente le rompíamos el huevo cocido y pintado a mano por nosotros mismos la tarde anterior. Qué tiempos aquellos…

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PESADILLA EN RIVER ALBAIDA STREET...

Dicen que el tiempo todo lo cura, y no es cierto ¡¡gruuuuuuuuuuuuuuuuu!! Lo único que hace el tiempo es dejar en pasado lo que ocurrió, lo que te duele y acallarlo, adormecerlo entre algodones de morfina para que el dolor no sea tan intenso. Pero las voces en la cabeza, esas del pequeño Pepito grillo, esas aparecen cuando menos te lo esperas y te abren de nuevo esa herida que creías medio cerrada, y punza… hacen daño como las llagas y pústulas que tengo por todo mi cuerpo de zombie ya no adolescente. Es extraño para un muerto viviente que tenga sueños o pesadillas (como ha sido el caso de esta madrugada), que ha hecho que despertase de mi ensueño y me haya dejado esta hiel en la boca durante el día de hoy. Uno sabe que lo que hizo en el pasado, sabe que es lo mejor que ha sabido hacer o estaba en sus manos. Pero como digo; siempre queda la voz de la consciencia que te dice que se podía hacer mejor o tal vez; en algunos episodios haber actuado de forma diferente ¡¡¡gruuuuuuuuuuuu!!! Se que darle vueltas al pasado es tiempo perdido, porque ya no puedes cambiar nada, pero son ejercicios de aprendizaje para un futuro fortuito y caprichoso, que te coloca rocas parecidas delante de ti, como quien dice: “a ver si aprendiste la lección” (espero no vuelva a tropezarme con ese pedazo pedrusco y deseo haber aprendido la lección de todas, todas). Lo cierto es que estoy escribiendo esto como terapia para vaciar esta desazón que me dejo el delirio de esta alborada rara… ¡¡a ver si lo consigo!!

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SENSACIÓN DE PISO VACIO

Sabes esa sensación de piso vacío, así me siento yo… ¡¡gruuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!

¿Qué no sabes a que me refiero?

¿¿Nunca has estado en un apartamento en una fiesta llena de gente?? Masa por aquí y muchedumbre por allá; y en un momento dado se van todos y te quedas tu solo en la vivienda, solo el piso y tu… esa sensación de vacío, de silencio rotundo, pues así me encuentro yo actualmente. Picoteando cada dos por tres igual a seis kilos de más (¡¡¡gruuuuuuuuuuuuuu!!!), que si un poco de cerebro, que si un meñique del pie izquierdo, que si… y poco a poco voy llenando (o al menos intentándolo), porque es un pozo sin fondo y lo único que va aumentando es mi barriga. ¡¡¡Gruuuuuuuuu!!! Como me dure mucho este sinvivir, me pongo en los doscientos en un abrir y cerrar la boca, ¡gruuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!

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Dia casi perfecto...

Casi ha sido una misión imposible salir de Alberic hoy para ir al mercadillo de Puebla Larga, esto era un cometido para SuperZombie, sobrevolando el pueblo e ir en línea recta hasta el destino en cuestión… ¡¡gruuuuuuuuuuuuuuuu!! Más de veinte minutos para cruzar el pueblo y salir a la carretera que nos lleve al zoco.

Ya allí, hemos aparcado y directos a por las alcachofas y ¡ya! (como se dice: “muerto y degollado”). Hemos tardado menos en comprar y llevárselas a la suegra, que la hazaña del laberinto que han convertido hoy Alberic las autoridades con la fiesta de la lechuga, que tenían un millar de calles cerradas y desvíos mil, ¡gruuuuuuuuuuu!

Ahora; dirección al merendero con parrillero o barbacoa municipal para coger sitio (cosa que tenia que hacer mi cuñadito), y hemos llegado a eso de las diez y media, y allí no había ningún dominguero, nosotros los primeros y únicos… Poco a poco acudierón los cuñados y unos amigos con los niños. Después de descargar y montar los bártulos, he aprovechado para dar un garbeo por los alrededores. El sitio no es que sea precioso, pero tiene su encanto y tiene un pinar donde poner las mesas y comer. Esta situado en lo que era el antiguo pueblo de Beneixida y de él, solo queda la iglesia.

Por un caminito me he tropezado con dos almendros llenos de flor, preciosos (he disfrutado como un zombie enano).



Mientras nos hemos puesto a asar el embutido, nos hemos preparado una “picaeta” y entre risas, bebida y humo… ha llegado la hora de comer (con lo a gusto que me hubiera comido yo un cerebro bien jugosito, ¡gruuuuuuuu!). Ha sido un visto y no visto, y que rico estaba el pan asadito y crujiente. En fín… solo nos faltó el café o “cremaet” y algún chupito de cazalla, ¡¡gruuuuuuuuuuuuuuuu!!

Una jornada perfecta, a no ser por el dolor de cervicales que se me ha despertado y que ha hecho que nos volviéramos a casa después de comer (¡¡¡gruuuuuuuuuuuuuu!!! y es que esto de ser un zombie ya no adolescente tiene estas cosas).

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Que no me suelte la cama...

Las ocho de la mañana de un domingo cualquiera y… ¡¡gruuuuuuuuuuuuu!!, con lo bien que estoy en el catre y hay que levantarse para ir al mercadillo de Puebla Larga a comprar…

…¡¡¡Alcachofaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!

¡Si!, como lees; alcachofas. Y no es que me haya hecho vegetariano, ni me moleste ir a comprarlas. Lo que pasa, es que estaba muy agustito en la cama y no quería levantarme, ¡¡gruuuuuuuuuuuuu!!, y de allí… a la “torraeta”, ya te contare cuando termine todo.

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