Simplemente un día más, mejor dicho… otra madrugada de
insomnio, son las 3:42 h, y ya me desperté ¡¡¡gruuuuuuuuuuuuuuuuu!!! Lo malo es
la sensación de sueño y no poder conciliarlo de nuevo y abrazarme a los brazos
del tal Morfeo y levantar el techo de la habitación de los gruñidos que nacen
del dormir profundo y placido.
Va pasando el tiempo, matándolo con la radio flojita de fondo (no cambia el
formato a estas horas, las mismas canciones que durante todo el día),
intentando hacer pasar el tiempo de la mejor manera ya que el cansancio en los
ojos no vuelve (mañana/hoy será un día duro). Son las 4:45 h… ¡¡gruuuuuuuuu!!
Ya no tengo fuerzas ni para el siguiente rugido. Se ha levantado mi pareja humano
y me pregunta: ¿¿Qué haces??, ¡que envidia! (a él le cuesta segundos volver a
conciliar el sueño, se queda frito en un abrir y cerrar los ojos), ya lo se
guapo que es demasiado pronto, pero no te das cuenta que estas conviviendo con
un zombie ya no adolescente y los no vivos tenemos estas cosas. Intentare
apagar las luces y acostarme en el sofá, a ver si tenemos la bendita suerte y Morfeo
viene a hacerme compañía y me abraza y no me suelta hasta eso de las 8:00 horas
de la mañana. Son las 4:55 h. y voy a intentar reanudarlo… deséame suerte.
Se ha portado bien el Dios del sueño y me apretujo (tardo 10 o 12
canciones) y con él vino mi Koret y durmió bien enrolladita a mí, en mis
brazos. Son las 8:40 h. de la mañana y suena una canción de los elefantes en la
radio que me gusta mucho y espero que como dice la letra, deseo que las noches
de insomnio se queden en el olvido…
Me levanto ya.
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