Como caldo de cultivo...


Todavía es verano por estos lares… y para mí, este ha sido uno de los veranos más pesados o extraños de los que he “no vivido” hasta el momento. ¡¡¡Gruuuuuuuuuuuuuu!!!, se me ha hecho eterno – (pero en contradicción a esta pesadez que he sentido en mis carnes roídas por el virus… la verdad es que no tengo ganas de que termine) -. Sé que es extraño lo que digo, pero no quisiera que esta estación estival, terminase con este sabor a kaki verde y áspero. Creo que merezco tener un final feliz – (aunque sea en uno de esos famosos masajes chinos, jajajajaja) -. Lo cierto es que esa renovación en mí “no existencia”, me ha tenido enfrascado en un kaos y en un no parar; lo malo es que no he obtenido hasta el momento ningún resultado palpable o con el que pueda evidenciar todo el tiempo ocupado. Me molesta una barbaridad, que esta infección, me tenga en un estado catatónico y casi sin voluntad. Siento como mi ser está sumergido en un cultivo de insensibilidad – (quizás para no sufrir más desencantos) -, y se envuelve un una gruesa capa de plomo para que la radioactividad nociva de esos inseres humanoides que me irradiaron su energía más peligrosa, no me dañe todavía más. La suerte que tengo es que los genes que me repartieron mis padres, son inmunes a tanta maldad y no me han convertido en un zombie de esos que solo “no viven” para matar por matar e ir convirtiendo a más personas, en seres marionetas de un virus. Pero bueno… - (eso ya forma de un pasado no deseado, pero que sirve para que aprenda y me haga más fuerte) . De hecho día a día voy descubriendo en mí ser no viviente, cosas que no me desagradan y que de cierto modo me hace más especial de lo que siempre han dicho que he sido en mi pasado de ser vivo. – (y eso me está gustando) -, jajajajaja. Una cosa buena es que no me quedare calvo y nunca me pareceré al tal Mortadelo ese de la T.I.A., jajajajaja.

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En fin, voy a disfrutar un poco del buen día que nos está amaneciendo y deseo con todo mi corazón de zombie raro, que todos y todas tengáis un día de muerte, jajajajaja. Y recordad, no dejéis de hacer lo que os pida vuestro corazón más pícaro, que hoy es hoy y mañana quizás un zombie carroñero os quite vuestro futuro.

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