Momentos...

Llevo días teniendo unos sueños no muy agradables que se van traspasando al terreno de lo real, sumiéndome en un estado un tanto odioso - (si eso aún puede ser más de lo habitual) -. 

El pasado viernes 2, tuve que arrastrarme a duras penas a visitar a mi bien querida técnica de ITV de zombies bajas de actividad. Sabía que sus palabras iban a estar en un tono equilibrado y agradable; pero con palabras duras pero dentro de lo políticamente correcto. Sabia que iba a un debate social casi de esos que tienen tanta cabida en el canal 12 más uno. Salí de aquella instancia con tal indignación y con una fuerte sensación de impotencia, que no serían capaces de levantármela ni con veinte VIAGRAS de un tirón. Días como estos, en los que se te cruzan en el camino personas con un criterio subjetivo de tu realidad, hacen que tu pozo se vaya oscureciendo, hasta convertirse en el negro más oscuro – (como sentí en el día de ayer al despertarme a las 04:30 horas de la madrugada) -. Se me fueron hasta las pocas ganas de ir a probar la posibilidad de encontrar una mejoría a mi dolencia. Menos mal que aunque mi cerebro esta radioactivo, continúa con su cabezonería y poco a poco voy sacando fuerzas de quien sabe dónde y me voy arreglando para ir a la Unidad del Dolor a probar otras posibilidades – (al menos, tendré el punto de vista de otra especialista) -. Después de esta primera y agradable visita – (una médica muy encantadora y servicial) -, salí de allí un tanto dolorido por la infiltración que me realizo, pero con una vista a través de un renovado prisma verde, que me hacía ver un futuro un poco más animoso – (pero con los pies en el suelo firme) -.

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¡¡¡Gruuuuuuu!!!, el viaje de vuelta a casa fue un poco más ameno y hasta la radio y sus tertulias de los problemas del día a día por la gestión de nuestros desociabilizados políticos, parecían sonar a música Relaxx. Incluso la visita a mi loquera personal, fue más corta y más plácida.

Continuara...