Hoy es un día gris. Cada día que pasa, parece mucho más gris que el anterior. Todo parece ir a gran velocidad a mi alrededor, mientras yo y mi vida estamos petrificados en un instante donde nada tiene sentido. Creo que de estar vivo, esta rutina me tendría inmerso en una depresión tan arraigada, que estaría deseando que trasladaran mi vivienda habitual a dos metros bajo tierra. ¡¡¡¡Gruuuuuuuuuuuuuu!!!, la suerte que tengo es que mi mente irradiante no tiene la capacidad de pensar, solo transmite una sensación voraz de hambre y en ocasiones – (cada vez más habituales…) -, me reubica en momentos de mi pasado – (menos mal que le da por mostrarme momentos felices de mi vida perdida) -, quizás para compensar mí desánimo crónico y maquillar un poco mis esperanzas que son color hidrocarburo. Además; hoy el cuerpo parece como si se hubiese roto completamente, y alguien lo hubiese estado recomponiendo toda la noche con pegamento fuerte. Estoy cansado hasta de no respirar y de verme divagar por los mismos parajes un día tras otro, sin ganas de prosperar en un futuro inmediato. De estar solo en la no vida, me dejaría ir hasta convertirme en infinito y formar parte de algo más hermoso que el silencio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario